6.1.08

Cenerentola

Cuando era niño, Joseph Cornell leyó muchísimos cuentos de hadas –de los Grimm, de Hans Christian Andersen y también los que recopiló Andrew Lang a finales del s. XIX, y éstos lo inspiraron cuando ya era adulto. Los menciona con frecuencia en las notas de su diario. Para él, cualquier escena podía convertirse en una escena de un cuento de hadas, incluso las más cotidianas. Asocia los cuentos de hadas con un resplandor que tiene el poder de transformar lo cotidiano en algo simbólico y mágico, que denominó el “eterniday”.

[...]

Además, ¿cuántas veces no hemos experimentado el “eterniday” y nos hemos sentido en un cuento de hadas? ¿Quién no ha encontrado en el camino brujas y hadas madrinas?

Extret de unpredictablepaths.wordpress.com/2007/07/







Joyce DiDonato, Una voce poco fa, Il barbiere di Siviglia, Rossini

1 comentari:

Anònim ha dit...

ei xiketa,
ja et pots codejar amb la cremdelacrem
http://yankeediva.blogspot.com/